No hay vuelos directos de Tucumán al sur de Brasil, aunque haciendo varias escalas se llega a destino. Los ómnibus son una opción, pero para quien tiene auto no hay nada mejor que tomar las riendas y agarrar la ruta por cuenta propia. Y no se trata sólo de la independencia; también es una cuestión de dinero: un vuelo ida y vuelta a Florianópolis -por ejemplo- arranca en los $ 12.000 para una persona; y el viaje en auto puede llegar a costar unos $ 10.000 (con noche de hotel incluida para una parada antes de llegar y con tres tripulantes cómodos). No es difícil, dicen los expertos y los que tienen un viaje encima: sólo hay que tener paciencia, por la cantidad de horas sentados, y escuchar recomendaciones. El viaje a Brasil, el destino más elegido de los argentinos en los últimos años, hoy se hace en auto.
Eduardo Morales ha viajado 15 veces al país carioca; las suficientes como para saber que un recorrido es mejor que los otros, teniendo en cuenta la seguridad: “la entrada por Paso de Los Libres (Argentina) a Uruguaiana. Nos resultó más segura que otras, porque tiene menos cerros”.
Pero primero, Eduardo parte de su casa a las 7 para cruzar La Banda, Los Ralos, Pozo Hondo, Santiago del Estero, Taboada, Resistencia (cruza el puente del río Paraná) y Corrientes. Luego, agarra la ruta 12 hasta cruzarse con la ruta 123. Sigue por esta última hasta Paso de los Libres, al límite con Brasil. Cruzan a la ciudad de Uruguaiana y hacen noche (al hotel lo tienen reservado con anticipación). El recorrido desde Tucumán hasta esta ciudad brasileña le lleva unas 11 o 12 horas (sin parar a almorzar).
El sitio enautoabrasil (creación de un argentino, producto de tantos viajes en auto a ese país) coincide con Morales sobre este cruce: “otra ventaja de esta opción es que el camino es más plano, sin atravesar caminos de altas montañas. Esta opción es 170 km más larga que la más corta de las opciones que proponemos. Es la más transitada por los turistas argentinos, y muchos hoteles tienen personal que habla castellano”, destaca la web.
A la mañana siguiente, arrancan de Uruguaiana a las 7, rumbo a Porto Alegre (por la ruta 290, que no es autopista, pero está bastante transitable). Entre ambas ciudades hay unos 670 kilómetros. Y luego a Florianópolis, por las rutas 290 y la famosa 101, donde todo es autopista. “Del lado brasileño quedan menos kilómetros, pero el tráfico ahora se hace más intenso, y hay muchas rotondas y poblaciones grandes. Ya no son pueblitos como en el lado argentino. Por eso te demorás un poco más”, describe.
¿ Dónde cargó nafta?: Tucumán, Fernández (Santiago), Gancedo (Chaco), Resistencia; y, cuando llega a Florianópolis.
Una advertencia: “Siempre viajo de día. Por otra parte, los caminos en líneas generales están bien, salvo en la parte tucumana de Los Ralos y Pozo Hondo. De todas formas en esos sectores hay poca circulación de vehículos”. Kilómetros recorridos: 2254 km.
Con amigas
La madrugada del 26 de diciembre de 2015 Lucía Bertikian, de 25 años, agarró el volante y con otras cuatro amigas se embarcaron rumbo a Río Vermelho. Hicieron el mismo recorrido que Eduardo Morales hasta Corrientes (pararon a almorzar allí), pero luego agarraron la ruta 12 hasta la localidad argentina de El Dorado (Misiones); hicieron noche ahí, y luego ingresaron a Brasil por otro paso: Dionísio Cerqueira.
Según el sitio enautoabrasil ese paso es sólo 81km más largo que conducir derecho por la ruta 282; pero los últimos 80 kilómetros son de autopista. “Se pasa por Blumenau, hermosa ciudad con edificaciones típicas alemanas. Allí se celebra el Oktoberfest más importante del continente”, agregan.
“Ya estando en Brasil nos agarró una lluvia muy fuerte, así que paramos en un pueblo que se llama Joaçaba. Tuvimos que hacer la segunda noche allí. Por lo que llegamos a nuestro destino el 28 a las 14. Éramos cinco en el auto y cada una puso $ 1.500. Eso nos incluía la nafta, la noche de hotel, las bebidas y algo de comida que comprábamos en el viaje. A la vuelta igual, pero hicimos una sola noche de hotel en El Dorado”, cuenta Bertikian. Por otra parte, indicó que una sola manejó, pero que al tramo de Brasil lo hizo la dueña del auto “porque son muchas curvas y son muy peligrosas”.
Recomendación: “viajen no más de cuatro por auto; a la vuelta volvés con unos kilitos de más, bronceada y con regalos.El auto termina muy cargado. Y hay que tener paciencia: puede ser largo el viaje, pero cuando pasás la frontera el paisaje de Brasil es hermoso”.
¿Dónde cargó nafta?: Tucumán, finalizando Santiago del Estero, Chaco, Posadas y El Dorado.
Kilómetros recorridos: 2212 km
El más conocido
Martín Romero, otro tucumano que viajó cuatro veces a Brasil, elige siempre la entrada por el paso Sao Borja. Su recorrido empieza así: sale a las 8 de la mañana de San Miguel de Tucumán con el tanque lleno, con su mujer y con su hijo de 16 años; rumbo a Santiago por la ruta 9, de ahí hasta Taboada, Resistencia y Corrientes, donde almuerzan a las 15. Romero indica que hasta esa ciudad la ruta es tranquila, aunque hay que estar atento a los animales sueltos que se ven por el camino. De Corrientes parte por la ruta 12 a Ituzaingó, antes de cruzar a Misiones. “Paramos en unas cabañas a orillas del río. Es un paisaje hermoso, aunque hace muchísimo calor”, destaca. Arrancan al otro día también a las 8 y se dirige a Santo Tomé por las rutas 120 y 14; y luego por la 121 hasta São Borja, ciudad brasileña al oeste de Río Grande del Sur. Después, tiene un largo trecho por la 285 hasta Vacaría, donde hacen noche. El sitio enautoabrasil.blogspot.com.ar indica que ese trecho tiene unos 583 km, con tres peajes y control de velocidad en Lago Vermelha (Km 199). “Hay que estar muy atento a los carteles ya que este camino lleva también a Porto Alegre, pero sólo en el tramo hasta unos kilómetros antes de Passo Fundo”. Al otro día, Romero sale cerca de las 8 de la mañana, encara la ruta 116 hasta Lages y Palhoça. En esta ciudad encara la famosa ruta 101, y pasa por Florianópolis hasta Camboriú.
¿ Dónde cargó nafta?: Tucumán, Quimilí, Corrientes, Santo Tomé y Vacaría.
Kilómetros en total: 2076 km hasta Florianópolis y luego 81.8 km hasta Camboriú.